Las vallas obligan a usar sólo la mitad del paso de cebra que se encuentra a la altura del número 36 de la calle Huesca en Logroño. El lector denunciante pide que o bien se permita emplear todo el paso o que se limite al espacio para los peatones y crear así una plaza de aparcamiento más (tan cara de encontrar en esta zona) a cada lado de la vía.
RESPUESTA (16-VIII-2017). Nos ha llegado una contestación a esta denuncia:
“El autor de esta fotografía se debería informar un poco para saber que estos pasos de cebra se llaman “asimétricos”, y consisten, entre otras cosas, en poner un vallado para que los coches se detengan varios metros antes de la línea por la que cruzan los peatones, y así aumentar la seguridad”.
OTRA RESPUESTA (27-VIII-2017). En esta ocasión es el concejal Ángel Sáinz Yangüela quien nos responde el motivo de que este paso de peatones esté así:
“Quiero aclarar que se encuentra así de manera intencionada. Es un paso de cebra transitado por alumnos de Jesuitas y en su momento se decidió (en este y otros pasos cercanos a colegios) proteger más a los peatones. Y así, se amplió la longitud de las marcas blancas (señalización horizontal) para que los vehículos frenen antes de llegar al lugar del cruce efectivo, que queda limitado por las vallas. Por tanto, las vallas realizan una función esencial para el objetivo perseguido, y no es que estén en mitad del paso, sino que únicamente se amplió para los vehículos. La prueba es que el paso rebajado para sillas de ruedas coincide con los límites de las vallas. En su momento se suprimió un aparcamiento en cada acera para hacer este “paso asimétrico”. Fue enmarcada en un conjunto de actuaciones denominado “Plan de Seguridad Vial Escolar”.
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