Con cierta intranquilidad un lector quiere enseñarnos esta imagen. «Es ideal para tropezarse», apunta sobre este «hueco» que ha quedado frente al número 6 de la logroñesa calle de Joan Miró. «Quitaron el árbol y está sin él pero sin tapar el agujero», indica sobre que no se volvió a plantar nada. Ahora con el agua, las hojas y el agua no se distingue el alcorque con claridad.
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