Hace unos días alguien dejó un espejo junto unos contenedores en la calle Lardero, cerca de la plaza Primero de Mayo. Algunos chavales «cogieron trozos de cristal y comenzaron a hacer agujeros en los parterres, a descortezan árboles y a perseguirse con esos trozos de espejo», relata un lector. Pide que «tengamos más cuidado con bajar a la calle todo. Hay sitios específicos».
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