Con cierto disgusto acude a La Guindilla el autor de esta imagen. El problema es que la puerta que se ve en la fotografía es la de un quiosco, el que está en Fermín Irigaray, en Logroño. «Es una falta de respeto aparcar así una moto, sin fijarse si puede molestar donde uno la deja», dice el ciudadano. «Casi no puedo ni abrir la puerta», termina.
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