En el tramo del Camino de Santiago entre Logroño y Navarrete los peregrinos se encuentran con una maderera que, según un lector, “no tiene en cuenta a los caminantes”. De hecho, el denunciante explica que ayer mismo vio “a unos cuantos peregrinos tosiendo, a otros tantos darse la vuelta y algunos tapándose la cara para protegerse de un serrín que se metía por todos los sitios”.
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