«Cómo transforman nuestros vándalos un jardín en un sofá», comienza este lector sobre la imagen que acompaña al texto. «Y mientras, los demás pagamos sus gracias. Así, uno y otro fin de semana», continúa. «¿Qué presupuesto puede soportar a estos impunes monstruos?, delirio de unos padres tal vez orgullosos de las genialidades de sus retoños», finaliza.
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