Con esta fotografía nos situamos en Logroño, en la calle Huesca con República Argentina. «Pueden verse los cables de una sucursal bancaria, ya cerrada. Recuerdo emocionado tendrá de Bankia -era una de sus sucursales- aquel al que le caiga el tubo en la cabeza o toque esos cables al descubierto», dice el lector. Esperamos que no tengan corriente.
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